El verano, las vacaciones y ahora el bronceado de nuestra piel han quedado atrás pero queremos seguir manteniendo ese aspecto saludable y favorecedor que el sol nos aporta en verano. Para ello tenemos una herramienta que bien utilizada es una maravilla y son los polvos de sol que van a imitar ese efecto de bronceado natural aunque los días de playa hayan quedado ya en el olvido.  Los polvos de sol van a ser nuestro aliado durante el otoño y el invierno pero con cuidado, un mal uso puede provocar el resultado inverso.

El primer paso es elegir el tono más adecuado para nuestra piel, yo prefiero aquellos que tienen reflejos rosas y poco amarillos, es decir sin efecto anaranjado o marrón porque a mi piel le quedan mucho mejor. Antes de comprar unos polvos de sol, que te permitan probarlos, para ver su efecto directamente en tu piel. La cantidad aplicada también es fundamental, es mejor ir de menos a mas y depende de si llevas debajo una base de maquillaje o solo vas a aplicar los polvos sobre la piel limpia. Si vas a aplicarlos solos, sin una base debajo es mejor dar un toque sutil, que de esa sensación de ese primer bronceado de primavera donde tu piel empieza a coger color. Sin embargo si llevas una base puedes arriesgar más y aplicar los polvos con más intensidad y que se integre con la base que llevamos. Para pieles muy blanquitas como la de mi hija, lo que mejor va son los polvos satinados ultraligeros y en tonos rosados o melocotón, creo que son los más f...