Mi relación con el champú sólido de Lush Montalbano ha sido tortuosa: nos ha costado comenzar, las primeras citas no tuvieron un buen resultado pero al final nos hemos entendido, y hasta puede que lleguemos a querernos. Creo que hacía tiempo que no os hablaba de un champú sólido de Lush, supongo que sé quien es mi media naranja aunque a veces le ponga lo cuernos, y ya he probado bastantes (casi todos), de ahí que haga tiempo que no haya review de champú sólido. Estoy pensando en hacer un post recopilatorio de los que he probado ¿os gustaría", al fin y al cabo ya llevo 5 años utilizándolos.  Y por cierto, este mes en Lush Labs la cosa va de champús sólidos, y han cambiado los sulfatos, ahí lo dejo. Por el momento vamos con Montalbano. 
Ninguna de las dos pastillas que veis en las imágenes las he comprado yo. Una la recibí de la marca hace unos meses, y la otra también pero hace más tiempo, de ahí la diferencia de color entre una y otra (que no cunda el pánico que ambas están en perfectas condiciones). Así que me tomé la llegada de la segunda unidad como una señal para empezar a usarla, y a principios de septiembre me puse con ella, me la llevé conmigo a la ducha.

No os voy a engañar, las primeras impresiones no fueron buenas, incluso fueron malas. A ver, no todos los champús de Lush me han ido igual de bien, pero ninguno me había ido mal, y con Montalbano estaba pasando algo raro. Es cierto que no es el mejor para mi pelo, Mon...