Esta preciosa casa de campo del siglo XIX ahora funciona como una casa de huéspedes. Las blancas paredes de la casa, los textiles, los muebles de estilo rústico y los azulejos coloridos prometen un ambiente fresco en el caluroso verano mediterráneo.
Una vivienda que se va haciendo acogedora desde que subes la fantástica escalinata de baldosa hidráulica rodeada de plantas, verdes y frescas. 
Además esta casa de huéspedes viene con sorpresa, ¿Te cuento más" ¡Sigue leyendo!

Una casa con un estilo especial, entre rústico mediterráneo y vintage. 
En la sala, una mesa blanca metálica de jardín rodeada de unas sillas blancas Thonet, te da la bienvenida. En el fondo, un espejo rústico pintado en verde,  rodeado de planteros elegantes, decorativos y también restaurados.   El shabby, se hace dueño de alguno de los rincones de la sala de estar. 

En la cocina de nuevo la baldosa hidráulica cubre el suelo, las paredes azulejadas a media altura en blanco y el resto cubierto con un precioso azul serenidad. Vemos lámparas de diseño moderno, iluminando el sencillo aparador de madera (Ikea) cubierto con una losa de mármol. 
El rincón de la ventana se hace si cabe más acogedor con una pequeña mesa de patas cruzadas, acompañada de un taburete de mimbre y una silla de madera.

El mobiliario de los dormitorios es similar entre sí, pero cada uno oculta algo especial. 
En una de las habitaciones se puede ver un sofá enmarcado e...