Hubo un tiempo, y aún hoy en día es una práctica habitual, en el que se pensaba que las cocinas (y los baños) tenían que estar decorados (tanto mobiliario como revestimientos) en blanco o en colores muy claros, quizás haciendo caso de la creencia de que esos tonos son más higiénicos que los colores oscuros, y en ambas estancias la limpieza es fundamental. Sin embargo, los colores no tienen nada que ver con la higiene.
A mí me encantan los colores oscuros, me parece que imprimen más calidez e intimidad a los espacios, como en esta magnífica cocina en la que los muebles en negro y en maderas oscuras se desenvuelven perfectamente sobre revestimientos grises. La amplísima cocina comedor, de estilo industrial, está en la casa de la diseñadora Niki Turner y su familia, en el condado de Gloucestershire, al oeste de Inglaterra, una vivienda magnífica, antiguamente propiedad de un comerciante de sedas, en la que se ha sabido mantener de manera perfecta el equilibrio entre el pasado y el presente.
Procedencia de las imágenes: Remodelista

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